martes, 21 de octubre de 2008

De un principito, una rosa y un zorro








Hoy voy a dedicar esta entrada a un libro para niños que leí cuando ya no era un niño, El Principito, he de ser honesto y creo que si lo hubiera leído siendo niño quizá no lo hubiera logrado disfrutar y entender tanto como lo hice ya siendo adulto, los que lo han leído saben de lo que hablo, los que no lo han leído aún... no pierdan la oportunidad.

"He aquí mi secreto, que no puede ser más simple : sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible para los ojos.

-Lo esencial es invisible para los ojos -repitió el principito para acordarse.

-Lo que hace más importante a tu rosa, es el tiempo que tú has pasado con ella.

-Es el tiempo que yo he pasado con ella... -repitió el principito para recordarlo.

-Los hombres han olvidado esta verdad -dijo el zorro-, pero tú no debes olvidarla. Eres responsable para siempre de lo que has domesticado. Tú eres responsable de tu rosa...

-Yo soy responsable de mi rosa... -repitió el principito a fin de recordarlo"

3 comentarios:

*°·.¸¸.° Heidy °·.¸¸.°* dijo...

Yo me lo leí de niña, y pues, no le entendí mucho.
Ahora quiero conseguirmelo y volverlo a leer, y releer hasta el cansancio!!

Me encantaron las imágenes, como siempre!!!

Bego dijo...

Muchas veces he oído hablar del Principito, nunca puse interés en él, hace poco encontré en un blog un fragmento de este libro,el zorro le pide al principito que lo domestique, ellos me ha convencido para que lo lea.

Tienen mucha razón, "lo esencial es invisible a los ojos"

Saludos.

Anónimo dijo...

Gracias a un amigo muy especial, ayer tuve la oportunidad de leerme el libro completo. Mi hermana se lo leyó cuando estaba en la escuela y siempre hablaba de un viaje; ella lo tomó de manera literal porque todavía era niña y este libro fue escrito para que los adultos se encuentren con el niño que llevan dentro. El viaje del Principito es nuestro propio viaje, es el reencuentro con la rosa, que significa nuestro corazón, nuestros anhelos, nuestro "panel de control". El Principito es la búsqueda de nuestro propio yo, el cual es puro y sincero.
Quiero decirle a mi amigo especial que él es una verdadera rosa...
Le deseo los más grandes éxitos en sus proyectos.
Gracias Ronald, por hacernos reflexionar.