Aunque suene como a slogan publicitario definitivamente hay momentos en la vida que realmente no tienen valor y te enriquecen toda la existencia, un momento mágico, un evento inocente y espontáneo que te llena de una cantidad tan grande de alegría y felicidad que se grava en la memoria y pasa a ser parte de uno, pasa a ser uno de esos remansos en los momentos más difíciles.
Hoy quiero dejar esta historia aquí, este granito de felicidad que me sucedió el fin de semana, creo que lo quiero compartir porque no quiero que se me olvide nunca, quiero grabarlo en cada lugar que me sea posible para poder recordarlo y disfrutarlo cada vez que pueda.
El domingo por la tarde estaba en la casa de mis padres, allí estaba mi hermana mayor con mi sobrino, Andrés, de tres años de edad, yo estaba en la cocina hablando con mi mamá cuando se acercó mi sobrino y me preguntó muy serio:
- ¿Tío por qué anda el come carne en el bulto?...
Yo me quede muy extrañado y le dije:
- ¿Qué?
El me volvió a preguntar:
-¿Por qué andaba al come carne en el bulto?
Yo me levante de la silla y fui a la sala donde había dejado mi maletín pensando que seguro andaba algún bicho raro que se me había subido de camino, por fuera nada, lo abrí y tampoco había ningún come carne, mi hermano estaba en el sillón muerto de la risa y entonces me volví y le pregunte a mi sobrino:
-¿Dónde esta el come carne?
Y el lo señalo...
Resulta ser que yo soy fanático de los Beatles y desde hace unos días ando unas tarjetas de ellos en el bulto que mi hermano me regalo, mi sobrino le pregunto a mi hermano quién era el de la foto y el le dijo Paul McCartney, mi sobrino obviamente entendió Come Carne y de inmediato me fue a preguntar por qué lo andaba en el bulto.
No tienen una idea de lo que eso me ha hecho reír a mi y a mi familia, cada vez que abro el bulto no puedo evitar sonreír al ver la tarjeta que por supuesto se quedará allí para alegrarme cada vez que la vea, probablemente se va a convertir en una de esas anécdotas que sobreviven al tiempo y son relatadas en cada reunión familiar, estoy seguro que mi sobrino Andrés cumplirá treinta años y probablemente aún todos recordaremos al Come Carne.
9 comentarios:
jajajajaja!!! diay andres me hizo reir tambien. Saludos!
jajajajajajajajaja
y mas jajajajajaja
Ay pero que cosa mas divina!!
Los niños tienen un talento tan bello que es de sacarnos miles de risas con sus ocurrencias
Eso me recuerda a esto
http://caminandoalaluna.blogspot.com/2009/01/yo-mariana-ya-casi-es-tu-cumpleaos.html
Saluditos
Ronald la verdad aún me estoy riendo, los niños son lo mejor, con su inocencia transforman la vida en un cuento, es demasiado lindo presenciar las ocurrencias de los chiquitos, que bueno que tengas a Andrés jeje, Cuídate mucho!!!
XOXO: TICO SOCIAL
Los niños son lo más divino del mundo. Saludos a Andrés.
Por cierto, muchas gracias por las felicitaciones, voy a subir unas fotitos de la celebración. jeje
Ronald: Dice una amiga que esta es una de las historias que Andrés va a contarles a las novias. No podía parar de reírse. Y así salieron un móntón de anécdotas más. ¡Qué bueno!!!
jajjjajaj!! Qué buena!!
Estas situaciones son las que de una forma inocente hacen sentirnos alegres y optimistas, viniendo de un niño tan pequeño, pero con gran imaginación y se guardarán como un tesoro. Muy linda anécdota. Muchas gracias por visitarme y dejar tan hermosas palabras en mi blog. Un abrazo.
Ah me encanta esa foto del planeta, está carguísima.
Oh Andres!, me saco una sonrisota hoy... cosita, esa inocencia es la que ninguno de nosotros deberiamos de perder nunca en la vida... Que dicha que hay ilusiones como esta que llenan tu vida
un abrazo!...
L.
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