viernes, 26 de junio de 2009

El rey ha muerto...



No quiero centralizar este comentario es dilemas morales de si fue bueno o malo, si era o no un pedofilo, si fue víctima de abuso infantil, si es otro de los niños estrellas que terminan mal, o si era un sujeto excentrico y ermitaño, no quiero ser juez de la vida de este personaje.

Soy de la generación que lo vió crecer como artísta, soy de esa generación que escuchó y vivió todos sus éxitos, que lo vió aparecer en comerciales de Pepsi y enseñandole a Michael Jordan a bailar, que lo vió transformarse en todos los sentidos posibles, que presenció su camaléonico cambio de color de piel...

Ayer por la tarde no murió ni un familiar, ni un amigo, ni siquiera un conocido... murió un referente de mi infancia y adolescencia, murió ese personaje que me trajó tantas horas entretenidas con su música con sus videos, ¿quién no recuerda en los 80's esperar con ansias el estreno mundial del video de thriller?, ¿quién no tarareo el famoso We are the world del cual Jackson fue artifice? ¿quién no intento hacer su famoso paso de baile Moon-walker?

Yo soy un fanático Betleriano y no recuedo la muerte de Lennon en 1980, tampoco recuerdo la de Elvis a finales de los 70s... esta es la primera vez que la muerte toca a alguno de los iconos de mi generación y la verdad es que sin llegar al punto de la devastación si he reconocer que la noticia me impacto y hoy me siento un poco triste, que cierto es aquello de que no extrañamos hasta que ya no tenemos... hizo falta que muriera para que todos recordáramos todo lo bueno que nos dio en algún momento.

Descanse en Paz, Michael Jackson, gracias por todo.

jueves, 11 de junio de 2009

Los designios de la providencia



Hoy les dejo aquí una historia, un cuento corto con un mensaje para mi, muy profundo, leanlo y saquen su propia conclusión, yo tengo la mía y para no influenciar la escribiré al final de este post, si alguno ve otra conclusión haganos el favor de comentarla.


Historia verídica
/ Julio Cortázar

A un señor se le caen al suelo los anteojos, que hacen un ruido terrible al chocar con las baldosas. El señor se agacha afligidísimo porque los cristales de anteojos cuestan muy caros, pero descubre con asombro que por milagro no se le han roto.

Ahora este señor se siente profundamente agradecido, y comprende que lo ocurrido vale por una advertencia amistosa, de modo que se encamina a una casa de óptica y adquiere en seguida un estuche de cuero almohadillado doble protección, a fin de curarse en salud.

Una hora más tarde se le cae el estuche, y al agacharse sin mayor inquietud descubre que los anteojos se han hecho polvo. A este señor le lleva un rato comprender que los designios de la Providencia son inescrutables, y que en realidad el milagro ha ocurrido ahora.

FIN

Yo que no soy un fulano muy dado a conformarse con eso de que Dios sabe porque pasan las cosas lo entiendo así, los milagros no siempre son algo que creemos bueno o positivo para nosotros, es algo que sucede ya sea sobrenatural o no, para ayudarnos a crecer y a aprender.

El señor compro un estuche con doble protección... o sea el milagro en este caso es que se rompieran a pesar de dicha protección, en la primera oportunidad el milagro fue que no se rompieran aún sin estar protegidos.


Por eso dice que son inescrutables los designios, quizá que se rompieran los lentes sea necesario para que el señor consiga vivir una experiencia necesaria en su transitar por este mundo.


Muchas veces nos desesperamos por la forma en que las cosas nos suceden, creemos que todo esta perdido cuando sufrimos un tropiezo y al final nos damos cuenta de que eso que nos parecía tan malo, no lo es en realidad y que muchas veces son esos momentos y situaciones difíciles las que nos llevan a grandes éxitos y a descubrimientos.

jueves, 4 de junio de 2009

Entre caer y estar colgando...





Hace unos añitos había leído esta historia y hoy me la volví a encontrar, es una historia que aparte de ser interesante me recuerda a Fabio, un buen amigo de hace años que siempre me decía: "Entre caer y estar colgando, lo mejor es caer".

Y es que a veces nos aferramos con los ojos cerrados al borde del abismo, un abismo desconocido y es por ese mismo desconocimiento que le tememos y no queremos ni mirar, un temor que impide dar el paso que muy probablemente nos liberaría de todos nuestros sufrimientos, tristezas e inseguridades.

Quien no ha escuchado más de una vez la teoría sicológica que dice: la mejor forma de vencer los miedos es enfrentándolos, muchas veces tememos irracionalmente X situación y tanto le tememos que al final nos sucede lo que no deseábamos y es enfrentados a la situación que nos damos cuenta de que hemos temido en vano, que hemos desperdiciado el tiempo y nuestras energías evitando confrontar lo que muchas veces es inevitable.

El alpinista

Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar el Aconcagua, inició su travesía después de años de preparación, pero quería la gloria para él solo, por lo tanto subió sin compañeros.

Empezó a subir y se le fue haciendo tarde y más tarde, y no se preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo decidido a llegar a la cima hasta que oscureció.

La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes.

Subiendo por un acantilado, a sólo 100 metros de la cima, se resbaló y se desplomó por los aires... caía a una velocidad vertiginosa. Sólo podía ver veloces manchas más oscuras que pasaban en la misma oscuridad y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad.

Seguía cayendo... y en esos angustiosos momentos, le pasaron por su mente todos sus gratos y no tan gratos momentos de la vida ya que él pensaba que iba a morir. Sin embargo, de repente sintió un tirón muy fuerte que casi lo parte en dos... Sí, como todo alpinista experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima soga que lo amarraba de la cintura.

En esos momentos de quietud, suspendido por los aires, no le quedo más que gritar:

"AYÚDAME DIOS MÍO..."

De repente una voz grave y profunda de los cielos le contestó:

"QUE QUIERES QUE HAGA?"

"Sálvame Dios mío "

"REALMENTE CREES QUE TE PUEDA SALVAR? "

"Por supuesto Señor "

"ENTONCES CORTA LA CUERDA QUE TE SOSTIENE..."

Hubo un momento de silencio y quietud. El hombre se aferró más a la cuerda...

Cuenta el equipo de rescate que al otro día encontraron colgado a un alpinista congelado, muerto, agarrado con fuerza a una cuerda... A DOS METROS DEL SUELO...

... Y tú ?... Qué tan confiado estás de tu cuerda?

... Por qué no la sueltas ?