martes, 9 de diciembre de 2008

Give peace a chance

Un día en la vida hace 28 años John Lennon fue asesinado, yo tenía 7 años de edad y la verdad no recuerdo ese día... y le doy gracias a Dios por eso, creo que de haber tenido conciencia de lo que significaba esa muerte habría sufrido mucho.

Y es que no voy a negar que soy tan Beatleriano como Mafalda, pero no es Los Beatles la razón por la que habría sufrido, la razón es que ese hombre, el de los lentes redonditos como muchos lo recuerdan, ese hombre era un soñador, un hombre que amaba la paz y luchaba por ella, trataba de que la gente entendiera y aprendiera lo que es vivir la vida en paz.

"Tu crees que soy un soñador, pero no soy el único" cantaba en su canción más recordada, y claro que no es el único soñador, hay y han habido muchisimos más... pero quizás no son suficientes y la verdad es que a Lennon nos lo quitaron antes de tiempo, es una ironía... es más que eso... es una verguenza que un pacifista muera de esa forma, tiroteado por la espalda.

En esta fecha quiero decir que extraño a Lennon, que me gustaria que aún estuviera por allí caminando de la mano de Yoko, me gustaria poder verlo en las noticias en alguna gran manifestación o en algún concierto en favor de las victimas de alguna de las tantas guerras... simplemente me gustaria verlo arrugado y canoso, sonriendo porque esa sonrisa haría al mundo un lugar mejor.








martes, 2 de diciembre de 2008

Todo tiene su tiempo

El tiempo es algo de lo cual todos nos preocupamos, el tiempo nunca sobra, corremos para ganarle y hasta a veces deseamos tenerlo para poder darnos el lujo de desperdiciarlo... pero porqué nos afanamos tanto? porqué debemos de estar siempre luchando contra este enemigo invisible e implacable? quién nos obliga a esta desgastante lucha que nunca vamos a ganar? porqué nos sometemos a ese ritmo trepidante y despiadado de la sociedad consumista?... si ya me leiste hasta aqui te pido un tiempito más y leas lo que Dios nos dice de nuestra lucha contra el reloj.

Eclesiates
Capítulo 3

Todo tiene su tiempo

Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
Tiempo de nacer, y tiempo de morir; tiempo de plantar, y tiempo de arrancar lo plantado;
tiempo de matar, y tiempo de curar; tiempo de destruir, y tiempo de edificar;
tiempo de llorar, y tiempo de reir; tiempo de endechar, y tiempo de bailar;
tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras; tiempo de abrazar, y tiempo de abstenerse de abrazar;
tiempo de buscar, y tiempo de perder; tiempo de guardar, y tiempo de desechar;
tiempo de romper, y tiempo de coser; tiempo de callar, y tiempo de hablar;
tiempo de amar, y tiempo de aborrecer; tiempo de guerra, y tiempo de paz.
¿Qué provecho tiene el que trabaja, de aquello en que se afana?
Yo he visto el trabajo que Dios ha dado a los hijos de los hombres para que se ocupen en él.
Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y ha puesto eternidad en el corazón de ellos, sin que alcance el hombre a entender la obra que ha hecho Dios desde el principio hasta el fin.
Yo he conocido que no hay para ellos cosa mejor que alegrarse, y hacer bien en su vida;
y también que es don de Dios que todo hombre coma y beba, y goce el bien de toda su labor.
He entendido que todo lo que Dios hace será perpetuo; sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y lo hace Dios, para que delante de él teman los hombres.
Aquello que fue, ya es; y lo que ha de ser, fue ya; y Dios restaura lo que pasó.